22 de diciembre de 2012

Gandalf el coach

Veo por tercera o cuarta vez La comunidad del anillo y Las dos torres, y detecto con estupor varias meteduras de pata de Gandalf, lo que me lleva a concluir que son las corazonadas y el ímpetu de los personajes de El Señor de los Anillos los que acaban salvándole el culo al coaching de Gandalf, el mago que se erige en líder, en coach, del equipo que ostenta la misión de eliminar el Anillo Único de Poder. Sí sí. Atiende.

Aguzad vuestros ojos de Hombres y leed con atención:

- En la primera mitad de La comunidad del anillo, en esa parte de la película en la que arranca el thriller de terror que bien pudiéramos llamar Con los Nazgul en los talones, en la casa de Bilbo y ante la amenaza de los Jinetes Oscuros el mago encarga a Frodo alejar el Anillo de La Comarca, ordenándole que huya y asegurándole que se verían en Bree. ¿Hizo Gandalf acto de presencia en Bree? Pues no.

-  Poco antes de la celebración del Concilio de Rivendel Gandalf el Gris le confiesa al Rey elfo que no ve a Frodo capaz de soportar la carga del Anillo. Visto lo visto tal aseveración no parece muy acertada.

-  Una vez extirpado el espíritu del Mal del cuerpo del Rey Théoden y consultado éste por sus planes
para combatir las hordas de Saruman (por cierto, otro coach de cuidado), Gandalf reacciona calificando como grave error la decisión de Théoden de conducir a todos los rohirrin a la fortaleza del Abismo de Helm; opción ésta que a posteriori no resultó muy desacertada que digamos.

- En las entrañas de Moria el coach se sincera con los miembros del team y les confiesa que Bilbo, en su momento, debió acabar con Gollum. No hace falta recordar el papel nada desdeñable que acaba desempeñando Gollum en la consecución de los objetivos del equipo.

Desconozco si los errores de Gandalf son provocados por su afición a la yerba de los medianos, pero de lo que sí estoy convencido es de que el papel del mago como coach está sobrevalorado, que Gandalf como encargado de capitanear la compañía del Anillo presenta evidentes deficiencias que no pueden ser soslayadas.

Así que dale vueltas a esto, y si pillas algún otro error del coach, no lo dudes, denúncialo, y házmelo saber por favor.

Felices fiestas a todos.

16 de diciembre de 2012

La Feria del Libro


La Feria del Libro de Dos Hermanas ya ha arrancado. Los puestos de libros estan dispuestos en hilera, en forma de círculo, bordeando la céntrica Plaza del Arenal. Esta disposición de las casetas me despierta inevitablemente el recuerdo de una clásica secuencia de western, esa en la que el convoy que transporta a las familias y los víveres de un grupo de vaqueros adopta urgentemente una formación de defensa en cuanto vislumbra que las cumbres cercanas se erizan de apaches hambrientos de cabelleras frescas. Las carretas se colocan en hilera formando un círculo, de modo y manera que permite a los vaqueros lograr una óptima cobertura defensiva para recibir la inminente acometida de los indios.

Me gusta imaginar que a lo mejor la analogía entre la disposición de las casetas en la Plaza del Arenal y la formación defensiva de las carretas yanquis no es tan gratuita, me satisface pensar que son los propios libros los que se ovillan, los que se amurallan en círculo preparándose de esta manera para la invasión de los salvajes, de los bárbaros que todas las tardes tomamos la plaza en busca de un poco de cultura, de una pizca de civilización, de una brizna de belleza.

11 de diciembre de 2012

<<¿Y de qué va la novela?>>


No es infrecuente que cuando en una conversación mantenida entre un grupo de personas sale a relucir que uno está leyendo o ha leído tal novela, salte alguien con la maldita preguntita, <<¿Y de qué va la novela?>>. Normalmente la pregunta suele formularse en frío y de forma desabrida, pero detrás de la apariencia sencilla e ingenua de la pregunta se esconde la intención real del que interpela no solo de que le compongas con carácter inmediato una sinopsis de la novela sino también que el resumen se lo expongas de forma persuasiva, exigiendo así del interpelado que haga un esfuerzo, nada despreciable, encaminado al logro de comunicar de manera efectiva las emociones y sensaciones que le ha despertado la novela. Si no consigues trasmitir un mínimo grado de empatía: macho, la has cagado. Quien te preguntó hará una mueca, girará la cabeza y cambiará de conversación, dejándote vencido, rumiando impotencia por no haber sido capaz de participar al otro del buen rato vivido con una buena novela.

Así que ya sabes, si me ves y me haces la pregunta, dame tiempo quillo, dame tiempo.

4 de diciembre de 2012

38 minutos

Hace ya año y medio que para dirigirme al trabajo abandoné el coche y me convertí en fiel usuario del tren de cercanías . El cambio acabó proporcionando más pedigrí a mi calidad de vida. Sin lugar a dudas, salí ganando. Logré reducir las dosis de ansiedad a mi quehacer diario. Dejar el coche descansando en su plaza de garaje y coger el tren ha significado eludir el tedio de los embotellamientos, librarme de la falta de civismo de la mayoría de los conductores y evitar el agobio ante la ausencia de aparcamientos. Casi nada.

Pero no ha comportado sólo eso.

Gracias al C-1 he logrado ganarle al día 38 minutos, 19 a la ida y 19 a la vuelta, para dedicarlos a una de las mayores de mis pasiones: la lectura. De la misma manera que si al pintor se le ofreciera en el vagón la posibilidad franca de gozar sacando un lienzo y un pincel, o que al apasionado del fútbol le sorprendiera una pantalla LED full HD de 60 pulgadas emitiendo un Madrid-Barça, yo cuento con el privilegio de poder abrir un libro y enfrascarme en una hermosa historia.

Estos 38 minutos al día, estos pequeños trayectos de cercanías, han permitido deleitarme con la lectura de algunos de los mejores libros que jamás he leído, El barón rampante, de Italo Calvino, Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer, de David Foster Wallace, En la carretera, de Jack Kerouac, etc. Pero también las lecturas ferroviarias me han jugado malas pasadas, todo hay que decirlo, como el día que sumergido en un libro sobre la vida y obra de Keynes (esto pide otro post), intentando alcanzar el arcano de conceptos técnicos como "demanda agregada", me pasé de estación y llegué hasta Utrera. Ups.


  A pesar de ese desafortunado accidente, son mayores las ventajas que los inconvenientes, así que si alguien de los dos que leéis este blog tiene la opción de elegir entre coche o tren, no lo dudes, coge el tren, y un buen libro.